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La historia de la santafesina que renunció a un Juego Olímpico para recorrer el mundo en su casa rodante

ACTUALIDAD07 de febrero de 2025..
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Virginia Peruchini era una árbitra de básquet de prestigio internacional pero decidió emprender un viaje sin fecha de regreso, en busca de un nuevo sentido de vida. "Es un renacer permanente", dice.

 


 Virginia Peruchini, oriunda de San Cristóbal, una ciudad situada a 240 kilómetros de la capital de Santa Fe, logró destacar en el ámbito del arbitraje de básquet. Desde el 2008, comenzó su carrera como árbitra, y tres años después, en 2011, alcanzó la categoría internacional.

En su destacada trayectoria, Peruchini consiguió un hito importante al obtener una de las ocho licencias negras a nivel mundial, el máximo reconocimiento que un árbitro puede alcanzar. Este logro la coloca como una de las árbitras más prestigiosas a nivel global.
En 2021, la santafesina hizo historia al convertirse en la primera mujer en dirigir una instancia final en la Basketball Champions League de las Américas. Este torneo FIBA, considerado el más importante de la región, vio a Peruchini arbitrar el partido entre Flamengo y Sao Paulo, celebrado en Managua.
La árbitra integró la terna junto a dos colegiados brasileños, consolidando su posición como una referente en el arbitraje mundial.

Sin embargo, después de años de trabajo como árbitro decidió dar un giro radical en su vida: dejó su profesión y comenzó a viajar en su casa rodante, sin un destino fijo ni una fecha de regreso.
"Siempre quise ir a un Juego Olímpico, era mi gran sueño desde chica. Amé y amo mi profesión, pero hay muchas cosas con las que no estoy de acuerdo y sentí que la mejor forma de aportar algo era tomando distancia. Nos pasamos la vida corriendo detrás de una meta y no disfrutamos el camino", reflexionó en diálogo con Radio Rafaela.

 
Hoy, su día a día se basa en descubrir nuevos lugares, vivir en calma y valorar el tiempo de otra manera.
"Celebro la vida todos los días"
Para Virginia, la felicidad ya no está en los grandes logros, sino en lo simple: "Hace un tiempo que celebro la vida todos los días, es un renacer permanente. Estar feliz está muy relacionado con estar en calma y aprendí a vivir un día a la vez. Antes veía el tiempo correr, pero ahora que estoy en movimiento siento que pasa más lento", expresó.

En su casa rodante, viaja acompañada de su fiel compañera de ruta, su perrita, quien se ha convertido en una parte fundamental de su viaje. "No te puedo explicar lo que es ella. Si tengo que caminar 20 kilómetros, va adelante mostrándome el camino, y si toca quedarse en la mochila, se queda", contó la sancristobalense.
El recorrido y los planes a futuro
Actualmente, Virginia sigue en ruta, con la intención de evitar el calor de Santa Fe y continuar recorriendo el mundo.

"Quiero seguir subiendo por Sudamérica. Machu Picchu es un punto fijo en mi camino. También quiero llegar a Venezuela. Hay países que visité mucho cuando arbitraba, como Ecuador, y prefiero no volver por ahora. Pero si se presenta la oportunidad, ¿por qué no cruzar el charco y recorrer Europa?", adelantó.


Virginia lleva un registro de todo su viaje a en su perfil de Instagram, @virginiaperuchini

FUENTE: EL LITORAL

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