El Gobierno no habilita los pagos a proveedores. Hay 1.300 operarios suspendidos. Llamativo silencio del sindicato Smata.
La fábrica de General Motors Argentina en Santa Fe cumple dos semanas sin operar. El Complejo Industrial Alvear, ubicado cerca de Rosario, tiene a sus 1.300 operarios suspendidos desde el 10 de octubre. El motivo: el cepo al dólar dispuesto por el Gobierno argentino cortó la cadena de pagos a la red de proveedores. Así, GM se quedó sin piezas para montar los modelos Tracker y Cruze que se producen en esa planta. El Cruze se dejará de fabricar a fin de año, pero no hay piezas para completar las últimas unidades.
General Motors es la única terminal automotriz argentina que en este momento está cerrada, pero no es la única que sufre problemas con el suministro de piezas por falta de pagos en la red de proveedores. La industria automotriz funciona como una compleja cadena donde las piezas que llevan los vehículos son suministradas por autopartistas locales (en un promedio de 30%) y extranjeras (el 70% restante). Las autopartistas nacionales, a su vez, utilizan componentes y materias primas importadas.
La empresa informó en una declaración oficial:
"GM Argentina informa que continúa trabajando para recomponer la cadena de suministro de varios de los proveedores que han suspendido el envío de piezas con motivo de la falta de pagos al exterior. GM reitera su compromiso de reanudar sus operaciones en su planta de Rosario a la mayor brevedad posible".
Por orden del presidente Alberto Fernández y el ministro de Economía, Sergio Massa, el Banco Central cortó las operaciones cambiarias que permitían el pago de las empresas a sus proveedores en el exterior.
Ante esta situación, las automotrices y autopartistas siguieron operando tras pedir financiaciones y tras negociar una postergación en el pagos a sus proveedores: Massa les había prometido que pronto se liberarían los dólares para saldar esas deudas. Sin embargo, la promesa no se cumplió y los proveedores comenzaron a cortar los envíos de piezas (leer más).
El cierre de la Planta Alvear se produce en medio de un llamativo silencio de Smata: el sindicato de mecánicos envió esta semana una carta a sus 117 mil afiliados de la industria automotriz, convocando a votar como presidente al ministro-candidato Massa. El líder sindical Ricardo Pignanelli dijo además que el candidato Javier Milei "pone en peligro nuestra industria nacional" (leer carta). Sin embargo, Smata no hizo mención a los 1.300 operarios de GM que están suspendidos.
El cierre de la planta de GM Argentina cumple dos semanas en medio de la incertidumbre acerca del resultado de las elecciones presidenciales de este domingo. La economía de todo el país llega a la contienda electoral con una inflación récord y fuertes rumores acerca de una nueva devaluación del peso, que podría producirse la semana que viene.
FUENTE: MOTOR1