

El Gobierno endureció este miércoles su postura frente al pedido de endeudamiento de la provincia de Buenos Aires y cerró toda posibilidad de una reunión con Axel Kicillof. El jefe de Gabinete, Manuel Adorni, ratificó que la administración libertaria no habilitará nuevas operaciones de crédito si no se cumple con el equilibrio fiscal.
“Hemos vuelto a la normalidad. La deuda pública consolidada disminuyó 50 mil millones de dólares, lo que convirtió a este Gobierno en el primero en desendeudar al país en décadas. Por lo que no hay nueva deuda. Le recordamos al gobernador de la Provincia de Buenos Aires que sin déficit, no hay nueva deuda”, afirmó Adorni durante una conferencia convocada en Casa Rosada para repasar los dos años de gestión.
La respuesta del Ejecutivo surge en paralelo a la tensión generada por el reclamo de Kicillof, quien necesita el aval de la Nación para tomar nueva deuda. El gobernador viene advirtiendo que, sin autorización, la Provincia podría entrar en default. Desde Balcarce 50 sostienen que la condición indispensable para avanzar es que la administración bonaerense cumpla con la disciplina fiscal.
En ese punto, Adorni fue categórico al descartar un posible encuentro con el mandatario provincial. “Nosotros trabajamos para lo que la gente nos pide. Cuando uno marca que el equilibrio fiscal es fundamental, cuando el endeudamiento no es ni más ni menos que un sacrificio para generaciones futuras, cuando pedimos que se adhieran a leyes como la ley antimafia u otras, y no hay colaboración, entendés que hay gobernadores que no van con lo que la gente nos pide”, señaló.














