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Más confesiones de la corrupción K: la ruta que abandono Lázaro Báez y retomó Cristóbal López, primero con Macri y después con Alberto F.

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“La Presidenta (Cristina Kirchner) le dijo que se le adjudique una obra en el Sur a Cristóbal López. Finalmente se la dieron”. Así recordó el financista Ernesto Clarens otro caso emblemático de corrupción K, en su confesión en el marco del expediente sobre la cartelización de la obra pública, conocida como “la Camarita”, un apartado particular en el juicio de los Cuadernos de las Coimas.
Se trata de una ruta ubicada en Santa Cruz y pese a que el gobierno de Alberto Fernández volvió a dársela al dueño del Grupo Indalo, nunca se terminó. El relato forma parte del expediente y se escuchará esta semana durante la lectura de las acusaciones en el proceso oral y público, donde se hará eje en el circuito de sobornos alrededor de las obras viales.
En los 243.943 kilómetros cuadrados de superficie que tiene Santa Cruz, otro empresario K, Lázaro Báez, logró obtener 51 contratos viales por 46.000 millones de pesos cifra que al momento de determinar el perjuicio ocasionado, se actualizó en 685.000 millones de pesos.

El 50% de los caminos que Báez debía construir o reparar nunca se terminaron, pero se cobraron con sobreprecios promedio del 65%.
Durante la gestión de Alberto Fernández (con Cristina Kirchner de vice), una de las rutas inconclusas se volvió a licitar. Las obras se dividieron en tres contratos; el más costoso, con un presupuesto de casi 4.800 millones de pesos y por el cual hubo una única empresa oferente: CPC SA, de Cristóbal López.

Es una ruta provincial, la 39, que conecta con otros caminos. Todo sería financiado por la Nación. Los otros dos tramos, de menor costo, buscan trazar el camino entre Lago Posadas (norte de Santa Cruz) y el límite con Chile.
La mayor inversión iba a aplicarse a la obra licitada como “estudio, proyecto, construcción de obras básicas y pavimentación del tramo entre Bajo Caracoles (RN40) y la localidad de Lago Posadas”. El presupuesto oficial ascendía a 4.754.579.651 pesos. Este tramo fue adjudicado en 2022 a Cristóbal López.
Pero la obra no avanzó y el gobierno de Santa Cruz le puso pausa al proyecto. Mientras el empresario kirchnerista reclamaba una deuda por trabajos que no fueron abonados.
Cristina y el pedido a favor de Cristóbal
No es la primera vez que el nombre de López quedaba asociado a la corrupción K. En el juicio de los Cuadernos está acusado de haber pagado sobornos al gobierno de Cristina Kirchner. El cohecho activo atribuido aparece en seis ocasiones y en el marco del caso conexo denominado la “Camarita”.
Cristóbal López volvió a ser mencionado en la confesión del financista Ernesto Clarens, quien contó cómo era el circuito de pago de fondos ilegales y en función de qué contratos adjudicados se implementaban los pagos que iban del 3% al 20%.
En un tramo de su aporte como imputado colaborador, Clarens detalló: “Esta operatoria la seguí realizando hasta el año 2010. Deseo agregar que un día José López me llamó y me dijo que la Presidenta le había dicho que se le adjudique una obra en el sur a Cristóbal López, creo que era la Ruta 40 tramo Perito Moreno - Bajo Caracoles”.
El problema, continuó contando el financista, fue que “ya se había abierto la licitación. Entonces me encomendó llamar a todos los que habían comprado el pliego explicándoles que la obra era para Cristóbal López y que se tenían que hacer a un lado o acompañar. Finalmente se la dieron a López”.
Un circuito aceitado de coimas
¿Cómo funcionaba la "Camarita"? Clarens dio estas precisiones: “Vialidad Nacional llamaba a una licitación, compraban pliegos los interesados y todos eran convocados a la 'Camarita'. Lo primero que se hacía era 'cobrarse el pase'; es decir, si alguno de los que estaba en esa mesa le había dado el pase a otra empresa en una licitación anterior, le pedía a esa empresa que renuncie a esa obra".
Después "jugaba su posición en el ranking, hasta que ese grupo de personas reunidas se achicaba, y quedaban, a modo de ejemplo, cuatro empresas, ahí volvían a surgir los pases, hasta que surgía el ganador, si quedaban dos, iban en UTE (Unión Transitoria de Empresas)".

Una vez que se designaba al ganador, "venía la discusión sobre el precio a ofertar. Si nos fijamos en la planilla que aporté veremos que siempre se iba por encima del presupuesto oficial en valores que oscilaban el 20%, cuatro o cinco empresas tenían que acompañar al ganador. El 20% referido de sobreprecio estaba compuesto por 10% para la coima y el 10% restante para generar dinero negro".
Los presupuestos oficiales se hacían bien en líneas generales, aseguró Clarens, pero después "venían los desfasajes en las ofertas y luego en los adicionales. Posteriormente a la obra podían existir adicionales sobre los que también había una coima, pero ese dinero no lo cobraba yo. El dinero que circuló en este contexto es difícil de estimar, supongo que fueron alrededor de US$ 30 millones".
La relación de Cristóbal López y Cristina Kirchner también se desarrolló en el ámbito privado: era el principal inquilino de Los Sauces SA, la empresa de la expresidenta investigada por lavado de dinero. Ambos comparecerán ante un Tribunal de juicio por ese caso en 2026.

FUENTE: CLARIN

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