

La historia de amor entre Yesica Noelia Duarte y Nicolás Ángel Castro Oviedo no era lo que parecía. Apenas dos meses después de su casamiento, donde juraron amarse en las buenas y en las malas, él la mató sangre fría delante de su hijo de 7 años e intentó quitarse la vida, pero sobrevivió.
Ahora, está internado en el Hospital Larraín de Berisso, donde fue operado dos veces. Tiene una fractura de cráneo y podría perder un ojo, pero “está fuera de peligro”, indicó una fuente de la causa a TN. En las próximas horas, deberá someterse al interrogatorio de la fiscal.
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Yesica y Nicolás se casaron el 30 de mayo en la Unidad Penitenciaria N.º 9 de La Plata, donde él estaba cumpliendo una condena por dos homicidios. Dieron el sí delante de la jueza, al igual que otras nueve parejas que estaban detenidas en el mismo penal, y postearon fotos en donde se mostraban felices.
“En una jornada cargada de emoción, diez personas privadas de su libertad en la Unidad 9 dieron el SÍ y contrajeron matrimonio civil, animándose, de esta manera, a dar un importante paso en la reconstrucción de sus vidas”, publicó el Ministerio de Justicia y Derechos Humanos bonaerense en su página oficial.
Yesica Noelia Duarte Martínez y Nicolás Castro Oviedo se casaron en mayo. (Foto: Facebook Nicolás Garrincha)
Un mes después, exactamente el 27 de junio, Nicolás salió de la cárcel y volvió a su casa con el beneficio de la prisión domiciliaria. Le colocaron una tobillera electrónica y se fue a convivir con su pareja, que también estaba gozando del privilegio de una morigeración por una causa por venta de drogas.
Allí, vivían con su hijo de 7 años, aunque ella tenía tres hijos más con una pareja anterior que estaban con su padre. Se trata de una adolescente de 17 años y dos mellizos de 14, que tristemente cumplían años el mismo día que mataron a su madre.
Así fue el brutal femicidio
Yesica Noelia Duarte Martínez tenía 33 años. A las 9.20 de la mañana del domingo, ella fue encontrada asesinada en el patio de su casa, toda ensangrentada y con dos disparos que le habían dado por la espalda. A muy poca distancia estaba su esposo, Nicolás Castro Oviedo, de 30.
Para cuando llegó la Policía, la mujer ya estaba muerta, pero él agonizaba. Los paramédicos lo llevaron de urgencias al Hospital Larraín, donde entró al shockroom con un tiro en el cuello, casi a la altura del mentón, y otro en el ojo.
El lugar donde hallaron a la mujer de 33 años. (Foto: TN)
La autopsia reveló que Duarte sufrió un disparo en la espalda media, con salida en la zona abdominal, y la otra a la altura del hombro, con salida por debajo de la axila. Además, tenía “equimosis en la región frontal”. Es decir, golpes en el ojo.
En la casa de calle 38 entre 129 y 130, donde ambos convivían, estaba la madre de Castro. “Entraron a robar y lo quisieron matar”, aseguró la mujer a los investigadores. Pero no se quedaron con esa versión y decidieron indagar más.
El arma homicida no estaba en el lugar, pero sí encontraron tres vainas servidas de calibre 9 milímetros. También vieron dos orificios de disparos en el paredón de ladrillos huecos, que estaban del lado de adentro de la casa.
Antecedentes, violencia y un testimonio que lo cambió todo
A pesar de que el lugar estaba revuelto, y las puertas de los roperos y de los cajones de la habitación matrimonial estaban abiertas, la hipótesis del robo fue descartada casi de inmediato. Así se abrió otra línea de investigación ligada al pasado de la víctima.
Duarte estaba presa en su casa y era monitoreada con una tobillera electrónica por una causa de venta de drogas de 2023. Castro Oviedo tenía antecedentes por robo, tenencia ilegal de armas y dos homicidios agravados. Había obtenido la domiciliaria hace un mes.
TN