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Lali Espósito deslumbró en la portada de Rolling Stone: “Nunca fui lo que querían de mí y no me importa”

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En una entrevista reveladora, la artista argentina explora su evolución artística y personal, subrayando su compromiso con la autenticidad. Su último álbum es un testimonio de resistencia frente a las expectativas del espectáculo.

 

Lali Espósito, una de las figuras más destacadas de la música pop, se encuentra en un punto de inflexión en su carrera. Desde sus primeros años en la televisión argentina, en telenovelas infantiles como Rincón de Luz y Floricienta, hasta su actual rol como artista global, la cantante recorrió un largo camino hacia la autodefinición.

 Este cambio no solo es visible en su estética, sino también en la naturaleza de su música. En su último trabajo No vayas a atender cuando el demonio llama, la artista muestra una faceta más rockera, algo inesperado para quienes la conocieron en su etapa inicial, dominada por el pop juvenil.

Este álbum representa un giro significativo en su carrera, en el que decidió liberarse de las restricciones de las expectativas ajenas.

 “Nunca fui lo que querían de mí y no me importa”, comentó en la entrevista para Rolling Stone, reflejando su postura ante las críticas y su firme decisión de seguir su propio camino, sin ceder a las demandas del mundo del espectáculo.

Inspiración en lo cotidiano: “Lokura” y la memoria barrial
 
El álbum No vayas a atender cuando el demonio llama abre con el tema “Lokura”, una canción inspirada en la figura de Pablo Villanueva, conocido como “Locura”, quien fue una celebridad del barrio de Parque Patricios, el mismo lugar donde Lali creció.

 Según lo relatado en la entrevista, Villanueva era un hombre con una vida marcada por una experiencia difícil, pero que su imagen de “chico malo” cautivaba a los habitantes del barrio. La cantante lo recuerda como un símbolo de su juventud, una figura casi mítica que marcó una época en la memoria del lugar.

Este homenaje a un personaje del barrio, además de representar una forma de recordar el pasado, es un tributo a las raíces de Lali. La canción describe a “Locura” como un hombre admirado y temido por todos, un contraste que se entrelaza con la figura de la propia cantante, que, al igual que su inspiración, supo conquistar la admiración y la controversia en su carrera.

El rock como vehículo de expresión personal
En el desarrollo de su proyecto, Lali explica que necesitaba un sonido más agresivo, sin limitarse al pop comercial, para incorporar elementos del rock. Esta decisión surge de una reflexión personal y artística sobre la necesidad de ser más auténtica.

A través de este género, busca plasmar su propia rebeldía, algo que la música pop tradicionalmente no le permitía hacer de forma tan directa. “Para hacer algo más rebelde, acudís al rock. Yo necesitaba una base más violenta para contar o decir algunas cosas”, detalló.

Según Rolling Stone, en canciones como “Fanático”, el contraste entre la melodía pop y los elementos agresivos en la instrumentación deja en claro el propósito de la artista de subvertir las normas del pop latino y acercarse a un sonido más visceral.

Además, Lali recuerda su infancia en Parque Patricios, donde el rock formaba parte de su vida cotidiana. Su primer recuerdo musical es de un concierto de La Renga en el estadio de Huracán, evento que marcó su relación con el género desde muy pequeña.

“La Renga en Huracán [1999] fue uno de esos momentos que marcaron mi relación con el rock”, manifestó.

Una estética que desafía las convenciones
El trabajo visual del álbum también juega un papel importante en la propuesta de la cantante. La estética de este trabajo se aleja de los estereotipos asociados con el pop, y en su lugar, se presenta una imagen más cruda y contestataria.

Según Pablo Cerezo, director creativo de la campaña, la idea detrás de la portada y el arte visual es transmitir una sensación de resistencia, reflejada en el contraste entre la decadencia de la escena y la fuerza de la música de Lali. “Se terminó la fiesta y empezó la resistencia”, afirmó Cerezo.

Este cambio en la imagen es un mensaje claro sobre la identidad de la artista. En la portada, se encuentra un logo que reinterpretaba el Sigilo de Baphomet, una referencia que, lejos de ser satánica, se usa para ilustrar la deconstrucción y transformación de Lali como artista.

La figura de la estrella, que recuerda a la portada de Like a Prayer de Madonna, muestra cómo la cantante se apropia de elementos de la cultura pop para redefinirlos y adaptarlos a su visión personal.

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Lali como referente de resistencia y autenticidad

Lali Espósito, con su evolución artística y su postura frente a las críticas, se convirtió en un referente de resistencia en la industria del entretenimiento.

A través de su música, su imagen y sus palabras, la cantante se enfrenta a las expectativas externas y sigue mostrando su verdadera personalidad, sin importar las presiones. En No vayas a atender cuando el demonio llama, la artista demuestra que la autenticidad es su mayor fuerza, y que la música, como forma de arte, debe ser un reflejo genuino de quien la crea.

Tal y como lo expresó en la entrevista para Rolling Stone, su mayor desafío fue y será siempre ser fiel a sí misma.

FUENTE: INFOBAE

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