Ana Rosenfeld contó en Mujeres Argentinas cómo la modelo recibió la ayuda de Martín Redrado para afrontar ese juicio.
Ana Rosenfeld se sumó al polémico resurgimiento de la guerra mediática y judicial que mantienen Luciana Salazar y Martín Redrado por los alimentos de la pequeña Matilda, que la modelo reclama desde hace años, y la abogada ahora brindó un capítulo inédito.
Rosenfeld contó en Mujeres Argentinas que viene “acompañando a Martín y a Luciana desde el día uno de lo que fue en su momento un proyecto de familia”. “Desde ese lugar, realmente siento el dolor que tiene Luciana”, admitió la letrada.
“No entiendo el enojo que tiene Martín. Por supuesto, yo lo escuché el otro día en una nota que creo que dio con ustedes, donde él dice que forma una nueva familia, que está casado, que está enamorado, feliz y demás. Pero eso no quita realmente lo que en su momento fue la intención de traer a Matilda al mundo”, remarcó.
“Entonces, cuando vos decidís, de común acuerdo, que esto pase, después no podés lavarte las manos o hacer quedar mal a quien hoy es la mujer que cuida y protege a esta criatura”, agregó la abogada antes de traer a la luz un episodio inédito que enfrentó Luciana.
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“Primero que nada les aclaro que no fue un capricho de Luciana comprar un hijo, ni traer un hijo. Por eso también hasta me molestó cuando se ventiló quién sería la persona que donó su esperma. Son cosas privadas”, contó la abogada.
“De hecho, en su momento, Martín Redrado defendió a Luciana en un juicio que hubo en Estados Unidos porque la mamá que prestó su vientre en ese momento, por un error de la emoción que tenían de mostrar las ecografías y demás, salió su nombre. Entonces, la mujer esta, que tenía un seguro respecto a su identidad, se enojó muchísimo e inició acciones judiciales”, recordó.
“Por supuesto, Martín Redrado se hizo cargo de resolver la cuestión en ese momento en los Estados Unidos. Primero, porque mi inglés no era tan bueno y segundo, porque yo no ejerzo en los Estados Unidos”, agregó.
“Pero vuelvo a repetir, si la mamá gestante sintió que se estaba violando su intimidad porque se estaba mostrando en una ecografía su nombre, imagínense si sale a la luz quién fue la persona que donó su esperma. O sea, nos estamos metiendo en un terreno que a mí como mujer de derecho me duele”, cerró Ana Rosenfeld sobre este episodio inédito.
FUENTE: CIUDAD MAGAZINE
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