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Intentaron quemar a un preso dentro de la Unidad Penitenciaria Nº 5

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Fue en una celda del pabellón 2. Es ex policía y había sido condenado por un homicidio en 2012, pero estaba preso por una causa de abuso sexual

Un preso y ex policía de 52 años se encuentra en estado crítico en el Hospital de Emergencias Clemente Álvarez (Heca), donde ingresó con graves quemaduras. Personal penitenciario lo trasladó desde la Unidad Penitenciaria N° 5, ubicada en 27 de Febrero al 7800, donde había sido alojado recientemente.
Todo apunta a que se trató de un ataque incendiario llevado a cabo por otros reclusos, que estarían identificados. La víctima es Alejandro Sixto Julín, quien fue alojado alrededor de las 21 del miércoles en la Unidad Penitenciaria Nº 5 y se lo ubicó en una celda del pabellón 2. Las heridas por quemaduras se focalizaron en el rostro y torso.

Si bien la mecánica del ataque está bajo investigación, se presume que un grupo de reclusos alojado en una celda de un piso superior diseñó un dispositivo incendiario con una soga, una botella y combustible para llevar a cabo el atentado. Según se pudo averiguar, en las últimas horas Julín había sido arrestado por una denuncia por presunto delito sexual, hecho que investiga la fiscal Alejandra Raigal, de la cual no trascendieron detalles. El ataque fue a poco de ingresar a la cárcel y hay tres internos bajo sospecha.

Con pasado en la fuerza policial
Julín es un ex suboficial que trabajó en la Comisaría 33ª de barrio Hume (cerrada en 2019). Fue exonerado de la fuerza tras haber sido condenado a 12 años de prisión por el homicidio de Pedro Fabián Vallejos, de 36 años, cometido en 2012 en Cabín 9.
Al momento del homicidio, estaba en disponibilidad y con carpeta médica, y trabajaba como remisero. Según el relato de Julín, mató a un supuesto ladrón que, junto a un cómplice, habría intentado robarle en el vehículo de alquiler. Durante la pesquisa del hecho surgió una trama en la que no se descartan cuestiones de polleras.

Un par de horas antes del crimen, Julín había hecho un recorrido en su auto con la concubina del hombre al que finalmente ejecutó de varios disparos.

Condena en 2012
Una versión del homicidio por el que fue condenado, que se divulgó el 12 de agosto de 2012, sostenía que ese día, cerca de la 1.45, un remisero había matado de varios balazos a un pasajero que intentó asaltarlo en Las Palmeras y El Zorzal, en el barrio Cabín 9 de Pérez. Según dijeron entonces fuentes de la Unidad Regional II, Julín había sido convocado desde la base de la remisería Cinco Estrellas para la que trabajaba con su Renault Logan para tomar un servicio en Teniente Agneta al 3500.

Desde allí, trasladó a dos hombres que le pidieron ir al bar "Las Gatitas", en avenida Godoy y Las Palmeras, y al llegar los pasajeros mostraron intenciones de robo. Según la versión del acusado, el que estaba sentado del lado del acompañante esgrimió un revolver calibre 22 y le exigió la recaudación. Pero mientras el maleante intentaba sacar las llaves del auto y un GPS, Julín forcejó y le arrebató el arma. La secuencia posterior mostró al cómplice en fuga y a Vallejos muerto a un costado del auto con seis balazos.

En la escena del delito, la policía encontró una pistola Bersa calibre 22 junto al cuerpo de la víctima, la misma que supuestamente portaba y terminó con su vida. Pero lo más sugestivo sucedió un rato antes. En la instrucción del caso, el juez Alejandro Negroni determinó, a través de testimonios, que Julín había tenido un contacto previo con Mariana Lorena E., concubina de Vallejos, un indicio que impregna el hecho de misterio y lo asemeja a un culebrón. Al declarar en Tribunales, la mujer admitió que cerca de las 21 de sábado 11 de agosto de 2012 estaba en casa de una hermana desde donde pidió un remís a Cinco Estrellas para volver a su domicilio.

Hasta allí llegó Julín para tomar el servicio. Como si fueran conocidos de antes, en minutos la pasajera y el chofer entablaron un vínculo amistoso. A tal punto que ella le confió su preocupación porque hacía 24 horas que no sabía nada de Vallejos, quien había desaparecido con el auto de la familia. Entonces emprendieron una recorrida juntos por lugares donde Mariana suponía que estaba su marido: primero en Larrea y Presidente Quintana y luego en Viamonte al 5300, donde vieron el auto. La mujer contó que se puso a llorar porque había ubicado el auto y suponía que su marido estaba a salvo en la casa de un amigo que vivía allí.

Versiones
Así, según la versión de la mujer, mientras esperaban un móvil del Comando Radioeléctrico en Camilo Aldao y Viamonte el remisero le sugirió: "Flaca, ¿querés que a tu marido lo haga desaparecer?" , a lo que ella contestó que no, que estaba loco. Siempre según esa versión, dijo que Julín mostró un arma de fuego que estaba en un estuche "marrón oscuro y además era chiquita".

En ese marco, la mujer alcanzó a ver a un amigo de su marido apodado "Lechón". Pero cuando quiso bajarse del auto para preguntarle por Vallejos, Julín no la dejó. "Te dije que no me quemes el auto, o no te conozco ni me conocés", la increpó.

El manto de dudas se posó sobre una cronología poco clara que mostró a Vallejos supuestamente borracho en la casa de un amigo, pero un rato después apareció asesinado por el hombre que horas antes había ayudado a su mujer a encontrarlo. Por ese hecho y antes de tener una sentencia firme, Julín pasó dos años cuatro meses y tres días detenido y los jueces de entonces lo condenaron a una pena que finalizaba en agosto de este año.

FUENTE; LA CAPITAL


 

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